Es difícil para mi definir el Yoga Marcial en pocas palabras, igual que me es difícil identificar un momento concreto en el que pueda decirse con total seguridad que en ese preciso instante germinó la semilla original que daría lugar al Yoga Marcial, ya que desde siempre he tenido especial interés por las artes marciales y por la parte "energética" y filosófica de las mismas.
Aunque, por supuesto, sí que hay un momento importante en el surgimiento del Yoga Marcial y como no podía ser de otra manera, fue un momento de crisis personal, puesto que después de estar practicando durante 4 años Full Contact, Capoeira y Taekwondo, me lesioné ambas retinas durante un entrenamiento de Full Contact. Los médicos me prohibieron la practica de deportes de contacto y eso me derivo obligatoriamente a otras materias (al menos durante un par de años). Esas materias fueron el Yoga, el Taichi Chuan y mi carrera de Psicología en la que me licencié en el 2005.
Todo ello sin dejar de practicar de forma privada y personal entrenamientos de tipo marcial (manteniendo lo aprendido en las disciplinas que había hecho hasta el momento). Y fue en esas horas de práctica en solitario durante algunos años como fuí añadiendo y combinando ambos mundos, el del Yoga y el de las artes marciales guiado intuitivamente por la experiencia de silencio, de concentración y de armonía que iba surgiendo de la práctica. Poco a poco fue surgiendo primero el concepto filosófico, lo blando y lo duro son los dos extremos de un mismo continuo (por ello el Yoga Marcial esta lleno de cambios drásticos de ritmo, de la más absoluta quietud a un movimiento explosivo pero siempre fluido) que se necesitan mutuamente y son interdependientes. Progresivamente, el surgimiento de un cuerpo teórico propio que parte del conocimiento de los meridianos de acupuntura y de los nadis, e incluso sus equivalencias, textos clásicos del Yoga, etc.
Fue llegados a este punto donde decidí patentar la disciplina y crear la asociación, proceso que ha durado bastante.
Es importante destacar que es verdad que el Yoga es patrimonio de la humanidad y hay quien opina que el Yoga no se puede patentar, pero también es verdad que cuando alguien por trabajo, esfuerzo, persistencia, experiencia e intuición desarrolla una nueva forma de entender el Yoga, está en todo su derecho de regularizar el proceso de difusión de dicho estilo y ello requiere de esos trámites. No soy el primero que patenta un estilo de Yoga o un estilo marcial. Yo siempre digo que siento el Yoga como un Guru, lo enseño como un cirujano y lo explico como Psicólogo. Y a todos los que son de esa opinión, simplemente un comentario, no se puede predicar la autobusqueda de la verdad y luego criticar a quien de verdad lo intenta. El Yoga es por encima de todo una experiencia, y esa experiencia no puede vivirla nadie por nosotros, no está en los libros y ni siquiera en las clases, sólo está en la práctica.
Las clases, los libros, y todo el estudio que queramos hacer, es bueno por supuesto, pero no servirá de nada si no ponemos a prueba los conceptos por nosotros mismo en nuestra práctica.
En los últimos años he practicado también, Haidong Gumdo y Muay Thay Boran del cual soy décimo Khan. Aunque debo especificar que en el Yoga Marcial no se practica contacto alguno, en ese sentido podría definirse como un Arte Marcial Mixto Interno.
Podría alargarme mucho más explicando las características propias del Yoga Marcial, acerca de su escalera de cinturones, su uniforme, su vocabulario, pero para eso, te invito desde aquí a asistir a una de mis clases o a entrar en la sección de "diccionario de posturas y movimientos".